lunes, 4 de junio de 2007

Viajar en camioneta...


Una de las aventuras que todo guatemalteco (a) debe vivir al menos una vez, es la única e inigualable experiencia de viajar en camioneta, en ese mugroso, asqueroso y mal oliente transporte urbano nacional.

La crisis del transporte público en nuestro hermoso país es evidente, es un medio inminentemente disfuncional, puesto que a todas luces el mismo no se da a basto; cada día las camionetas, ruleteros y ahora el maldito Transmetro exceden su capacidad límite de pasajeros.

Folclórico a mi así me lo parece, toda una masa anónima anhelando desesperadamente abordar un bus, no importa irse colgado, apretado, manoseado… lo que realmente importa es llegar de una u otra manera al trabajo, contra el reloj, en contra del caótico trafico vehicular, a la espera de la puteada del jefe (a), a la espera de los papeles desordenados del escritorio, el café frío y el estomago vacío.

Lo único que realmente importa es hacer acto de presencia, no importa que después del saludo al superior corras inmediatamente al baño: orinar, cagar, vomitar, secarse el sudor, todo es valido, pues acabas de bajar de un transporte antihigiénico e indigno.

La pregunta del millón debería ser: si llevas la mitad del cuerpo afuera y la mitad adentro, ¿Por qué rechingados te cobran la vara cabal y no sólo los cincuenta len, pero en fin los pilotos sabrán de que forma se financian el impuesto que cobran algunos grupos delictivos, también conocidos como pandillas.

Desde la puerta del bus, observas como el ganado se burla de vos, pues hasta las vacas van más cómodas y si logras subir la gradita, te llevo la chingada, porque la gorda (no tengo nada en contra las gordas, es sólo que prefiero no topármelas en espacios reducidos, por lo demás son simpáticas y casi siempre tienen caras muy bonitas) te aplasta con su trasero.

Para más joder te topas con la delantera de un equipo de fútbol de sexta categoría, que se aferra al tubo de arriba de la camioneta y te suelta un golpe de ala, que te noquea, eso sin obviar al borracho que saca su octavo de guaro y se lo chupa, abre la boca y te embriaga con el aliento.

Una de las cosas que más llama la atención es toparme con la prepotencia de los pilotos y ayudantes (brochas); si eres periodista, médico, abogado, psicólogo, académico, estudiantes… simplemente dejas de serlo, pasas inmediatamente a ser un pinche subordinado (a), de un tipo que maneja como loco e infringe cualquier norma de transito existente sobre la faz de la tierra.

Eres subordinado del pinche brocha que chulea a cualquier señorita, señora… “A ver mamaíta se me va corriendo para atrás porfa… gracias mi reina”… “A ver chavo de la chumpa azul, te corres un cacho porque atrás esta vacío el carro”…

“Ay ay ay, cuidado y se me cae reina”…

Insisto folclórico, místico, mágico, como sacado de una comedia protagonizada, por el grupo aprendiz de teatro sabatino de la Universidad Popular.

Nimodo ahí vamos… corre y va de nuevo, un día más, un bus más o quizás el mismo, con varita en mano y colgados de la camioneta…

Debo admitir que me resulta cómico y anecdótico, pero debe verse como una experiencia de vida enriquecedora, parafraseando al maestro Facundo Cabral… “La vida es aquí y ahora”… y de todo se aprende, de todo se goza, solo insisto debemos aprender a disfrutar de la aparentes insignificancias que envuelven nuestra cotidianidad…

P.D: Nunca falta las personas que hablan entre si como si estuvieran en la sala de su casa… el esposo de la prima de su mejor amiga, tuvo una eyaculación precoz anoche… en fin, nadie te invita a escuchar las conversaciones… nadie te excluye de las mismas…

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo aquel que se somete al tormentoso transporte urbano nacional, puede pensar que Dios esta preocupado por conseguirnos un carro. Pero no importa de todas formas El es tan maravilloso que nos lo conseguirá.

Por cierto el otro dìa el desgraciado infeliz de la 82 a parte de mirarme con ojos libidinosos se robo mi vuelto 4 pesos equivalentes a 4 camionetas más.

Victoria dijo...

Me acabas de recordar a mi época de instituto :S lo único bueno es que algunos chofer´s ya me conocian , y llegaron a parar justo delante de mi jijijijij por cierto te salva lo de que las gordas tienen caras bonitas ...si no te ibas a ganar una buena regañina..
PD: si algún día escribo un libro será sobre las historias de la "guagua"(camioneta)

Lunatrack dijo...

no cabe duda soy puro guatemalteco.

G.Ruiz dijo...

Muy buen relato Juanma, la verdad viajar en camioneta es toda una aventura cada vez que lo haces, me recuerdo que hace unos años era comun echarse un pestañazo, hoy en dia te lo echas y paras sin pisto entre la bolsa o no te dejan, ya que se suben como 15 o 20 vendedores durante el recorrido.
saludos

Fiamma dijo...

Ahhh... eso de viajar en camioneta quiere ganas!!! Lo màs interesante es que cuando ya estàs subido en la burra, como dicen por ahì... tenès que aguantarte todo lo que conlleva la experiencia... ni modo, la necesidad tiene cara de chucho... jejeje ;) Buen post!!!

ventana urbana dijo...

Alejandra: Si vos los camioneteros son especialistas en lanzar esas miradas.

Victoria: uhuhu tú época del instituto, creo que no había nacido, jajajaj, son bromas, gracias por la visita.

Fer: somos guatemaltecos

g.ruiz: yo todavía me echo mis pestañazos involuntarios... saludos...

Fiamma: mimodo a aguantarse, que no queda de otra. saludos y gracias por la visita

SCD dijo...

Es una misión de alto riesgo montarse en las camionetas y encima a diario.
Buen post.
Saludos!!!!!!

Anónimo dijo...

Buena entrada mi amigo. La verdad es que si es una odisea el utilizar el transporte público, el cual ante el posible incremento al diesel podría subir el valor del pasaje y dejaría de ser una "vara", para movilizarte en unas chatarras de autobuses. La mayoría de éstos son láminas con ruedas, porque ya ni vidrio tienen... pero bueno, en cuanto la población no exijamos mejores servicios, tendremos que seguir aguantando...

ventana urbana dijo...

scd: gracias nuevamente por tu visita, si vos sin lugar a dudas, viajar en camioneta puede ser un viaje no apto apto para cardiacos.

edgar: Gracias por la visita amigo...

saludos