lunes, 8 de diciembre de 2008

Entre quemados, decapitados, degollados y otras atrocidades



“Guatemala es el país más lindo del mundo, pero lo chingan los guatemaltecos”, afirmó un maestro de mi infancia en cierta ocasión. Dicha forma de pensar ahora me resulta un tanto comprensible y digo un tanto pues aún creo que hay connacionales con nobles intenciones y con el deseo fehaciente de construir un país más habitable.

Lamentablemente los hechos violentos se han aumentado en este año según cifras oficiales, lo cual en lo personal me preocupa de sobre manera. No obstante en mi mente deambula más que una preocupación el temor que paulatinamente se convierte en terror.

El terror que se lee a diario en los medios, 17 personas quemadas en Huite Zacapa, 5 decapitados en un centro carcelario, 20 masacrados en un lío de narcotraficantes y una familia entera degollada, son tan sólo algunos de los casos de horror que han manchado de sangre la página negra que nos toco vivir.

La saña de los criminales así como la indolencia de la ciudadanía ante tales atrocidades son el común denominador. A esto se suma el temor de ser víctima de este tipo de hechos.

Sólo resta encomendarnos a Dios y que el nos libre.

Foto: elPeriódico