sábado, 26 de mayo de 2007

La vida es bella...


Contrario a lo que muchos creen, casi de forma inconsciente, la vida es una etapa (quizás la única) que aunque efímera (que son pinches noventa años a comparación de la edad del plante tierra) involucra todos los sentimientos existentes sobre esta faz: es salvaje, apasionada, romántica, triste, feliz, agradable, desagradable y loca.

Lo que la convierte en una exquisita joya, invaluable y autentica. Todo absolutamente todo los sentimientos conllevan el valor intrínseco de la vida, amar es vivir, viajar es vivir, reír es vivir, sufrir y llorar es vivir ¿Qué muerto es capaz de experimentar tales sentimientos? Quizás sólo aquel muerto en vida, pero ese no esta realmente muerto, sólo utiliza escudos para invisibilizar lo sublime de su existencia.

Y es que como dice el refrán: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, sabia, elocuente y acertada frase, pues sólo aquel que se esconde bajo sus lamentos, penas y preocupaciones es incapaz de ver la luz de la vida y el resplandor y calor que esta emana.

Si tan sólo aprendiéramos a disfrutar de la simplicidad de las cosas, no tardaríamos en darnos cuenta, de que indiscutiblemente tenemos ante nosotros un mundo deslumbrante lleno de magia, color y misticismo.

Es bello y placentero respirar pausadamente, suspirar, sentir esa exhalación de aire que acompañada de algún inexplicable sentimiento nos sabe diferente, es bello sentir la gota de rocío caer sobre nuestra humanidad en la aurora primaveral, también es bello sentir las caricias de aquella persona que inexplicablemente nos hace divagar buena parte de nuestro día.

Es bello y sublime sentir el beso de una madre, es bello ver y escuchar la sonrisa de tus amistades, disfrutar de la cotidianidad, de las responsabilidades del trabajo, de las charlas sin sentido dentro de las aulas de clase, es hermoso carcajearse, son bellos los días de frio cuando alguien te abraza, es bello sufrir porque te enseña y te hace más fuerte.

Es bello caer porque el levantón es con más entusiasmo y entrega, es bello escuchar el cantar de los pájaros, es bello y bendito ese sístole y diástole que nos regala vida en cada segundo, en cada latir.

Es bello sentir la espuma del mar entre los pies, escuchar el sonido del agua en movimiento, respirar el olor a tierra mojada de un día cualquiera de junio, en fin la lista es interminabe, pero inicia la descripción.

A veces sólo necesitamos aprender a disfrutar esos pequeños instantes que parecen insignificantes, pues de una serie de insignificancias se compone nuestra existencia y son todas ellas las que la hacen única.

P.D: Animo a todos y todas… animo Dani…animo yaya...

¿Cremas campeones?


No voy ni tengo que negar que soy puro rojo… el equipo de mis amores, por el único que grito y celebro un gol, el equipo del cual me siento parte. Soy capaz de perdonárselos todo, porque son y serán mi equipo.

Casualmente ayer subido en la ruta 203 (en la que regreso del trabajo a mi casa), observe a un chavo, con una playera, fea , vieja y desteñida, en la cual se podía leer Comunicaciones Campeón.

Eso explica el estado de la playera, evidentemente la misma no podía haber sido sacada de una tienda comercial, tampoco pudo ser comprada recientemente en las afueras del estadio, NO…

La pinche playera al menos tenía 4 años de existencia, pues el club Comunicaciones no ha levantado la copa durante ese tiempo y no es para reír (las y los cremas no), en todo caso es para que lloren, porque están fuera de la UNCAF (campeonato centroamericano de clubes) y nadie sabe cuando volverán a levantar la copa, que si bien dista de ser la orejona, es el cetro más preciado que concede nuestro fútbol.

Animo cremitas, algún día volverán a ser campeones…

Guatemaltequismo

Resulta gracioso e imprescindible usar palabras, cuya vulgaridad ofende a muchas personas, pero que después de todo son formas de expresarse...

Como buen guatemaltecos, somos vulgares y morbosos...

Vos pélame la v…

Me pela la …

El brocha... (ayudante del piloto de camioneta)


Shshshshsshshshshs hagamos el sexo nena por que el amor no existe….

jueves, 17 de mayo de 2007

Evangelización práctica


Desde que tengo memoria he ido a misa los domingos, visitado iglesias, admirado la arquitectura religiosa, admirado el arte efímero de las alfombras y por supuesto he amado las manifestaciones externas de fe que se realizan en mi país durante la Cuaresma y Semana Santa Pero como me dijo un sacerdote una vez, cuando me encontraba realizando un reportaje de la Cuaresma, todos esos actos piadosos deben conducir a la verdadera conversión y deben estar acompañados de los actos litúrgicos. Sin el afán de ser cachureco… porque no lo soy, creo firmemente en la bondad de los pueblos, independientemente que profesen una religión, puesto que el Dios de muchos podrá ser la Ciencia, mientras para otros será la Solidaridad, la Honestidad, la misericordia, la compasión… en fin… El gremio al que pertenezco (el de los cucuruchos) ha sido señalado durante muchos años, por ser indiferente, por ser superficial, payaso, idolatra, en fin… de muchas otras cosas… Lo que las personas no comprenden es que los cucuruchos están muy lejos de ser santos: pecan, odian, lloran, sufren, insultan golpean y lastiman, como cualquier otro ser humano; pero esos 10 minutos de oración en cada turno, sólo alguien que carga los podrá experimentar. El punto es que estoy plenamente consciente de que con cargar si bien no le hago daño a nadie, tampoco le hago bien, por lo que resulta ser una expresión externa de fe y sólo eso… NADA MÁS, pero como cristiano creyente que me considero estoy consciente de que Dios espera mucho más de mi. El quiere que devuelva un poco de lo mucho que me regala cada día, quiere que regale sonrisas y amor… “Lo que hagáis al más pequeño de mis hijos a mi me lo haréis, dijo Jesús. Esto nos exhorta a servir a Dios a través del prójimo a evangelizarlo pero no sólo a través de la palabra, sino a través de las obras. Por eso es que un grupo de cucuruchos y yo, organizamos una visita al Hospital San Juan de Dios, el próximo sábado, buscamos regalar sonrisas en el área de pediatría de dicho nosocomio, buscamos entregar amor y brindar calor a aquel que no lo tiene, a eso nos invita Cristo Jesús… Dejemos el egoísmo por un lado y sirvamos a Cristo a través del necesitado, recordemos la parábola del buen samaritano. Para los que se quieran apuntar… Bienvenidos y bienvenidas

domingo, 6 de mayo de 2007

Viajar en el tiempo...

Por años, me ha inquietado la idea de viajar a través del tiempo, sin duda es una de las experiencias que cualquier ser humano desea tener, para muchos tal cosa, es punto menos que imposible, debo admitir que yo empecé a darle la razón a los escépticos, pero eso si… sin perder del todo la esperanza.

JJ Benítez en su libro, El caballo de Troya (no recuerdo en cuál de todos) relataba que dicha experiencia si es posible, pues uno de los protagonistas logró viajar a la época de Jesús, algunos aseguran que el libro es pura ciencia ficción y porque no admitir que posee algo de fanfarronería, pero otros son más ingenuos (en el buen sentido de la palabra, de ingenuidad, falto de malicia) y consideran que tal utopía es posible aunque esta este al alcance de muy pocos.

Hace a penas 24 horas, logre alcanzar uno de mis sueños: viaje a través del tiempo, llámenme loco, ingenuo, estúpido y mentiroso… no me importa, lo que realmente importa es que logre lo que muchos no han logrado aún.

¿Cómo sucedió? Nuevamente en mi labor diaria como periodista, se me encargo la tarea de realizar un reportaje, esta vez el tema era: periodismo estudiantil, el tema me pareció interesante, aunque no emocionante, rápido mi mente me hizo recordar que en mi verdadera Alma Mater existe un periódico hecho por estudiantes para estudiantes, el que se llama: Vértice; hablo de una publicación realizada en el colegio San José de los Infantes.

Dicha publicación, dejo de existir por varios años (inclusive los años que fui estudiante del mencionado colegio), pero hace poco resurgió como resurge el Ave Fenix de sus cenizas.

Me encamine a mi antigua casa de estudios, la que me regalo algunos de los mejores años de mi vida (aunque los disfrute, debo reconocer que me entró el síndrome QUIERO SER MÁS GRANDE, ese mal que se posiciona no sé por qué en muchos adolescentes).

Ay malaya dirían las abuelitas… Entre al colegio, a esas instalaciones que fueron parte de mi época escolar, la para muchos y para mi considerada la época dorada, donde se hacen a los mejores y verdaderos amigos… donde los intereses no trascienden más allá de pasarla bien.

Ya adentro de las instalaciones del colegio, escuche las dulces notas de las trompetas de la Banda Marcial, a la cual pertenecí… inmediatamente los recuerdos se apoderaron de mi mente y me vi en el cuarto de ensayo, interpretando marchas marciales, fúnebres… en fin, hermosas melodías que son parte del repertorio de la Banda Marcial del Infantes.

Caminé por los pasillos y me vi de nuevo uniformado, con esa chumpa blanca con letras azules en la espalda, donde se lee Infantes en letra cursiva, escuché las risas de mis compañeros, hoy casi todos profesionales en distintas ramas, las bromas torpes, las insolencias hacia los catedráticos.

Entre a mi antiguo salón y observe a mis compañeros prestar atención a la cátedra de Matemática, Física, Química, Estadística, Literatura, etc…

Que tiempos aquellos pensé… y yo que deseaba crecer pronto y alejarme de mi vida escolar, ¡que estupidez!, por qué renunciar a los mejores años de la vida… a la época escolar.

Para finalizar mi viaje en el tiempo, fui a observar la formación de la Banda de Guerra, de la que yo también fui participe, fue como verme en formación… y es que hay cosas que no cambian y no cambiarán, y por un lado es mejor así…

El mismo concepto distorsionado de disciplina, los mismos castigos, quizás antipedagógicos de alumnos hacia alumnos ( y es que la banda se maneja casi de forma autónoma, por lo que son los estudiantes los encargados de impartir los castigos), las mismas payasadas, en fin…

Numérense de 1 para adelante gritó el comandante (gritaba, gritará…) uno, dos… SE TEN TA Y CUAAAA TRO, cantan (cantaron, cantarán…) los alumnos en voz excesivamente alta.

¡Vos ya podes ir a recoger instrumento! Me decían (me dijeron…), les dijeron, les dirán…

Y fuimos a recoger el instrumento asignado para iniciar con otro ensayo más de la Banda de Guerra… minutos después, tuve que regresar al presente, pues tenía que continuar con mi trabajo.



viernes, 4 de mayo de 2007

Entre marchas, tertulias y ron…



No hace mucho, tuve la oportunidad de conocer a unos jóvenes, a los cuales en muy poco tiempo he llegado a considerar: buenos amigos.

Estos amigos, de los que hoy escribo, son seres extraordinarios, fantásticos y únicos en su género, como sacados de una película de ciencia ficción, o provenientes de otro planeta, eso si, estoy plenamente convencido de que son buenas personas.

Son quizás, las personas más locas y apasionadas con la Cuaresma y la Semana Santa en Guatemala, que he tenido la oportunidad de conocer, con túnica y sin túnica, no hay tema más hermoso para ellos (y para mi, que también debo reconocer que no estoy en pleno uso de mis facultades) que nuestras tradicionales procesiones…

Y es que para los cucuruchos (mis amigos y yo) nunca se esta demasiado alejado de la cuaresma, como para escuchar marchas fúnebres y ¿por qué no? hablar de las emoción que despierta en nosotros ver y ser participe de un solemne cortejo procesional, sobre todo si acompañamos a la imagen de nuestra veneración. (regla 3 del decálogo del cucurucho).

Recientemente, fui con estos individuos a una discoteca de la zona 10, créanlo o no, el tema central de toda la noche fue: “La cuaresma y la Semana Santa” en Guatemala, quizás la música que sonaba era electrónica o quizás era regueton, pero en nuestra mesa, sólo se escuchaban las dulces y tristes notas de las marchas fúnebres que caracterizan nuestras procesiones.

Tal vez olía al humo al humo de segunda mano que se forma como una espesa nube de invierno dentro de un antro, pero nosotros respirábamos el incomparable olor del incienso y corozo. Y es que mientras las personas hacían cola para tomar tequila, nosotros esperábamos pacientemente en la esquina donde recibiríamos turno.

Así fue esa noche, hablamos y el tema… Nunca se agotó y lo más hermoso del caso es que nunca se agotará. Andrea una vieja conocida, nos calificó de payasos y pensó que nuestras discusiones eran por molestar… pero no era así, hablábamos de la devoción que se vive en nuestro país en cada Cuaresma y Semana Santa.

También hablamos de cosas bastante desagradables entorno a esas expresiones externas de fe, no entraré en detalles (por lo menos no, hoy), sólo diré que nosotros como grupo de cucuruchos no aceptamos, que se manejen interés oscuros de por medio (dentro de las hermandades), pues consideramos que en actividades relacionadas con la fe y el cristianismo, se debería trabajar por amor a Jesús (y no hablo de la imagen, sino del omnipresente y omnipotente que esta acá conmigo en este momento), pero en fin…

Ya lo dijo sabiamente mi padre cualquier institución donde haya humanos, estará propensa a corromperse… (que lastima). Lo importante es modificar las cosas desde adentro, por Cristo y en Cristo que nos fortalece siempre.

En fin aquellos y yo somos cucuruchos los 365 días del año y esa reunión fue muy entretenida, ojala hayan muchas más mis buenos amigos y salud por esta nueva amistad (vamos hermanos uno, dos, tres… arriba... y Salud)

¿Cómo dice????: ven cárgalo, ay ven cárgalo...pa Santo Domingo es que me voy yo… salud…

La ven en la reco ella quiere cargar en Santo Domingo quiere cargar, en San Bartolo quiere cargar, hasta la Meches quiere cargar…mujeres… carguen, los hombres carguen…