Por ahí he escuchado que viajar es vivir… recientemente tuve la gran oportunidad de visitar el Centro Histórico mexicano, el cual posee un encanto singular, su imponente arquitectura seduce y enamora, sin duda invita a volver… a mi en lo personal me encanta este lugar, pese a que no tengo conocimientos arquitectónicos, algo en mi interior me hace diferenciar lo común de lo sublime y vaya que este sitio es sublime.
Llegar a la plaza de la Constitución mexicana (Zocalo) y observar la gigantesca bandera, la Catedral y el Palacio Nacional, resulta ser una experiencia en extremo llamativa. Caminar por la Avenida cinco de Mayo y posar para una foto en el Palacio de Bellas Artes, es algo que quisiera poder repetir al menos una vez al año.
Y es que siempre es lindo respirar otros aires, sobre todo cuando se ha estado en situaciones de mucho estrés durante los últimos meses… Así es, no hace mucho algunos médicos pensaron e insinuaron que podría morir, unos lo dijeron abiertamente, otro en cambio sólo lo comento a un ser muy cercano a mi.
Después de algunos meses de angustia, sólo yo soy capaz de saber a que me supo ese capuchino que bebí en la calle República de Guatemala y la cena que deguste en la casa de los espejos en un restaurante de la cadena Samborns…
Si pudiera describir el sabor diría que me supo a vida y mejor aún a calidad de vida. Por ello al visitar estos lugares, renací y que mejor que renacer a través de un viaje, en un sitio tan mágico y místico como el Centro histórico mexicano…
Por ello antes de regresar a mi amado país quisiera regresar a despedirme de este lugar, esta vez le diré hasta pronto y tengan por seguro que volveré…
Llegar a la plaza de la Constitución mexicana (Zocalo) y observar la gigantesca bandera, la Catedral y el Palacio Nacional, resulta ser una experiencia en extremo llamativa. Caminar por la Avenida cinco de Mayo y posar para una foto en el Palacio de Bellas Artes, es algo que quisiera poder repetir al menos una vez al año.
Y es que siempre es lindo respirar otros aires, sobre todo cuando se ha estado en situaciones de mucho estrés durante los últimos meses… Así es, no hace mucho algunos médicos pensaron e insinuaron que podría morir, unos lo dijeron abiertamente, otro en cambio sólo lo comento a un ser muy cercano a mi.
Después de algunos meses de angustia, sólo yo soy capaz de saber a que me supo ese capuchino que bebí en la calle República de Guatemala y la cena que deguste en la casa de los espejos en un restaurante de la cadena Samborns…
Si pudiera describir el sabor diría que me supo a vida y mejor aún a calidad de vida. Por ello al visitar estos lugares, renací y que mejor que renacer a través de un viaje, en un sitio tan mágico y místico como el Centro histórico mexicano…
Por ello antes de regresar a mi amado país quisiera regresar a despedirme de este lugar, esta vez le diré hasta pronto y tengan por seguro que volveré…
5 comentarios:
Hola Juan Manuel!! Me alegra muchìsimo que el panorama estè aclaràndose. Sin duda alguna Nuestro Padre Celestial tiene preparadas muchas cosas para tì, entre ellas la fe y la fortaleza que has desarrollado a lo largo de èsta prueba.
Un abrazo fuerte desde Guate!! Y desde ya bienvenido de nuevo a tù tierra!!!
eso!!! me gusta ese positivismo mano, que bien que te sintás renacido me llegas.
Puchica vos como describís ese lugar hasta dan ganas de ir jajaja, algún día, algún día
tengo mucho tiempo de no ir
por que tengo tiempo de no tener tiempo
pero que bueno que estes positivo, hay una bateria esperandote,
un grupo de amigos, y una familia disfuncional que funciona muy bien jajaja abrazos desde la distancia
...disfrutalo mientras podás, y espero que no se te olvide mi pashama de vaquita de gusanito... Saludos a todos por allá. quimera
Epa, asi mero vos, vas a volver y no una sino muchas veces más, y es que la vida no es nada sin metas, esperanzas y sueños.
Orale mano, que bueno que ya todo va con viento en popa.
Saludos!!!
Publicar un comentario