sábado, 7 de febrero de 2009

Dimes, diretes y demás incoherencias

“Pena ajena”, es el término que utilizaré al referirme al escándalo suscitado en las últimas semanas. Esta vez no se trata de la mágica desaparición de unos cuantos millones de quetzales. Me refiero a la supuesta participación de un ex fiscal en la comisión de varios hechos delictivos.

No mencionaré nombres, pues para eso tenemos los periódicos. Se trata del ex jefe de sección de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida, quien posiblemente entorpeció voluntariamente un proceso de investigación.

La noticia de por si resulta escalofriante y fue inesperada, sobre todo para el sindicado. Pero pudo quedarse ahí. En una única primera plana… un acusador sentado por primera vez en el banquillo de los sindicados. Ya de por si tal situación era complicada, pues eran sus mismos ex compañeros quienes habían iniciado un proceso de investigación en su contra.

No obstante la noticia trascendió cuando el Ministerio Público (MP), se retractó de sindicar al ex funcionario por dos ilícitos. Para escribirlo más sencillo. El MP pide una orden de captura en contra del sindicado por cuatro delitos y después se arrepiente y modifica la solicitud y la deja por dos-

Y eso no es lo peor… El fiscal general anuncia en conferencia de prensa conjuntamente con el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que el sindicado será procesado por cuatro delitos. Dos de ellos muy graves.

Días después el fiscal general reconoce a los medios de comunicación que él tenía conocimiento de que la solicitud de aprehensión había sido girada por dos ilícitos (los más leves, claro esta) ¿Por qué no lo aclaró? El comisionado de CICIG, dice estar seguro de que existen indicios suficientes para procesar al sindicado por los cuatro ilícitos. Pues fue ese ente internacional quien denunció al ex funcionario.

En fin el MP y la CICIG tienen sin duda una discrepancia que ha fracturado la relación de las dos instituciones. El MP fue incoherente e inconsecuente, actuó a espaldas de ente internacional. Desconozco que el sindicado pueda ser culpable o inocente.

Pero insisto que se debe ser consecuente, no decir una cosa ante la prensa y después desmentirla. No debieron (los fiscales del MP) hacer a cuerdos con CICIG, para después actuar sin informar al ente internacional. Que vergüenza

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