jueves, 8 de octubre de 2009

Mediocridad es no hacer hasta lo imposible por evitar el fracaso. NO ES MI CASO

A lo largo de mis ya no tan escasos años de vida, siempre le huido al fracaso. No obstante he de reconocer que por más que he tratado de esconderme del mismo, este siempre ha buscado la forma de encontrarme, propósito que ha conseguido con relativo éxito. Y digo relativo éxito pues también de los tropiezos se aprende, por lo que nunca se pierde del todo una batalla.

Con la escasa madurez emocional que he logrado adquirir en mis años de vida me he dado cuenta que fracasar en alguna situación, de cualquier índole, no es tan malo, toda vez se haya hecho el mejor esfuerzo para evitar tal tropiezo. Así es como yo he llevado mis luchas últimamente, tratando de dar lo mejor de mi, si esto es desdeñado o no apreciado por los demás, pues eso ya no es cuestión mía. Mi convicción y mi modus vivendi me obligan a entregarme al máximo.

Por lo tanto concluyó que la mediocridad no radica en fracasar, sino en no esforzarse por impedir el fracaso. Por lo tanto la mediocridad es ajena a mi. Nadie podrá nunca refutar que no he hecho mi mejor esfuerzo en cada proyecto de vida que he emprendido.

1 comentario:

Fernando dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.