miércoles, 14 de enero de 2009

Los retos para 2009 en materia de seguridad


Concluido el 2008, puedo decir sin lugar a equivocarme que se trata del año más violento y sádico de los años de paz, de esa paz de papel endeble y casi inexistente. Y es que 6 mil 234 personas murieron violentamente en toda la república, según información proporcionada por la Policía Nacional Civil y publicada en algunos prestigios medios de comunicación.

La Fiscalía de Delitos Contra la Vida del Ministerio Público logró procesar 114 sentencias condenatorias por homicidios y asesinatos, perpetrados en la ciudad capital.

El Organismo Judicial, había procesado hasta octubre de 2008 alrededor de 250 sentencias (la mayoría de estas condenatorias, a razón de un 60 por ciento). Vale la penar resaltar que muchas de estas, por no decir la mayoría son procesos arrastrados de años anteriores, esto porque el promedio de tiempo de resolución de casos en los tribunales oscila entre los nueve meses a año y medio.

Aunque las muertes violentas son un tema que como he manifestado anteriormente me preocupa. Lo más aterrador es el sadismo con que muchas de estas se perpetraron. Disputas de narcotraficantes por territorio, ejecuciones extrajudiciales, asesinatos a pilotos del transporte colectivo, decapitados, quemados, estrangulados… fueron algunas de las sorpresas que nos dejo el recién concluido año.

Hoy sólo nos resta encomendarnos al creador todos los días y esperar regresar cada noche a casa después de jornadas arduas de trabajo (porque para colmo de males, la vida está cada vez más cara, por lo que hay que fajarse más).

“No podemos permitir que los guatemaltecos se despidan todos los días de sus familias a las cinco de la mañana como si fuera la última vez”, declaró el recién ministro de gobernación Salvador Gándara a medios de información. Con tales declaraciones estoy más que de acuerdo, sólo espero que no combata la violencia con más violencia y que no retome políticas arbitrarias y retrogradas que han bañado de sangre a Guatemala en años anteriores.

Por lo que los retos de este nuevo año, para las autoridades, será proteger la vida del ciudadano guatemalteco que está cansado de ver a los suyo morir diariamente. Se lee rápido y se pronuncia fácil, pero la pregunta es ¿Cómo? Ojala tuviese una respuesta… de tenerla haría lo posible por hacerla llegar a aquellos que tienen la obligación de cuidar a la ciudadanía.

Por lo que teorizar a estas alturas del partido no sólo sería precipitado, sino pretencioso… Aunque tengo algunas ideas, como sacar a los pobres de esa lamentable precariedad en la que viven y montar campañas para rehabilitar a las pandillas, garantizándoles una vida digna plagada de oportunidades… Estas de momento resultan utópicas…

Guatemala… Dios te libre.